Llega septiembre, volvemos a la rutina y nos incorporamos a nuestras obligaciones. Sí, pero el calor no nos abandona, al menos en el sur donde todavía tenemos semanas 100% veraniegas a las que plantar cara. Pero con las tiendas y las webs repletas de nuevas colecciones lo que de verdad nos apetece es novedad. En septiembre ya estamos aburridas de nuestros armarios y sólo la idea de tener que seguir con ellos al menos otro mes y medio nos aburre todavía más.
En fin, que en esas me encuentro, intentando dar una vuelta de tuerca a mi armario de verano para autoengañarme hasta que de verdad cambie la temporada.
Nada de eso ocurre en las fotos de hoy, es un look veraniego y sencillo, nada más y nada menos. Porque este precioso vestido poco más necesita. Es vaporoso, fresquito y tiene una espalda con encanto. Lo encontré al final de las rebajas a un precio fantástico así que doblemente feliz con mi compra.
EL RETO
Mi idea es utilizar este vestido durante todo el año. Conseguir hacer de él un vestido 24 horas y 365 días. ¿Cómo crees que debería adaptarlo al próximo otoño? Transformarlo en pichi, sí pero ¿qué uso debajo? Blusa, camiseta, jersey…Cualquier opción es válida aunque no lo tengo nada claro. Ya te iré contando y si me animo incluso fotografiaré el look. Lo que sí es sencillo de imaginar son sus complementos. Cazadora vaquera, en cuero o ante, un trench anudado y remangado, bolso bandolera o bolso saco…
DETALLES DEL LOOK
El vestido de estas fotos es de Zara, ya te he dicho que lo compré en rebajas a más del 50%. Las mules son de Gioseppo, las estoy llevando estos meses hasta la saciedad pero es que son tannn cómodas. El capazo tiene mil años, lo he rescatado de un altillo y este verano ha salido bastante de paseo. Me encanta, lo que me extraña es que llevara tanto tiempo sin usarlo. Y las gafas de sol azules son Vogue.
Feliz viernes, disfruta del fin de semana, yo haré lo mismo…