Tenía muchas ganas de estrenar este vestido midi, especialmente con un look casual. Porque cuando lo compré era justo así como lo imaginaba. Pero enero se complicó tanto que apenas salimos a la calle, luego otros acontecimientos hicieron que tampoco tuviésemos mucho tiempo de ocio así que ahí seguía, en el armario esperando su oportunidad. Hasta que el pasado fin de semana, con tiempo, ganas y fotógrafo, le dedicamos unos minutos para poder editar este post.
Hace mucho que no fotografiamos un look, desde hace más de dos meses para ser exactos. Cuando hice el repaso de 2017 te conté que he estado tentada a dejar de fotografiarlos. Ya no me siento del todo cómoda. Sin embargo muchas me comentásteis que no lo hiciera porque mis looks os parecían reales e inspiradores. Me sorprendió, la verdad. Con la oferta tan buena, completa y abundante que hay en la red, para mí es todo un honor leer palabras así. Por eso, me decido a aparecer, ya sabes que no con tanta frecuencia pero espero que no vuelvan a pasar dos meses al menos.
DETALLES DEL LOOK
Este vestido midi lo compré pensando en lucirlo precisamente en clave casual. Lo visualizaba con botines y un abrigo de estética marinera o militar. Quizás para hacer el contrapunto a sus coloridas y femeninas flores.
Me encanta el color que aportan las flores en esa base negra y la buena pareja que hace con accesorios dorados como unos sencillos pendientes o una gargantilla finita.
El vestido midi y los botines son de Zara de esta temporada, quizás todavía puedas encontrar algo en rebajas. El bolso de Purificación García, tiene mil años y los que le quedan. Ya sabes que siempre apuesto por accesorios que nos acompañen años y años en el armario.
¿Qué otras opciones visualizas para este vestido midi?
Feliz día y hasta mañana.