Ya sabéis que mayo es el mes cordobés por excelencia. Así que este fin de semana, invitados por una buena amiga realizamos una pequeña escapada para disfrutar de sus maravillosos patios bajo un sol de justicia.
Todo lo que diga sobre ellos es poco.
Es una explosión de color, de primavera, de luz…una maravillosa tradición por la que los cordobeses nos permiten entrar en sus casas y disfrutar de aquello que tanto han cuidado, mimado y trabajado.
No olvidé la cámara en casa…
Si tenéis la oportunidad no os lo podéis perder…