Una de las figuras del mundo de la moda que más llama mi atención es la de Alber Elbaz. Ese hombrecillo rechoncho que dirige una de mis marcas favoritas, Lanvin.
Alber Elbaz nació en Casablanca, Marruecos, pero se crió en Israel donde estudió diseño. Sus primeros pasos los dio en Nueva York, de la mano de Geoffrey Breene para desplazarse luego a la capital de la Costura, París. Allí dirigió Guy Laroche, que estaba enfocada a una clientela más clásica, mayor, con lo que no podía dar toda la rienda que necesitaba a su imaginación. Su segunda casa en París fue Yves Saint Laurent, donde dirigía el prêt à porter. Allí presentó apenas 3 colecciones ya que cuando el grupo Gucci adquirió la firma fue sustituído por Tom Ford.
Al fin, en 2.001 aterrizó en Lanvin, la que se conoce como la casa de alta costura más antigua de Francia (otro día repasaremos la historia de este mítica casa francesa) sustituyendo a la española Cristina Ortiz.
Alber Elbaz, es el responsable del relanzamiento de la firma y esta firma es la responsable del relanzamiento del diseñador. Una pareja bien avenida que hacen las delicias de una gran mayoría de los amantes de la moda. No hay más que recordar el efecto que provocó su colaboración con H&M. Colas y codazos por hacerse con un modelo del diseñador a un precio asequible (todavía recuerdo ese vestido amarillo que me dejó con las ganas…)
Y es que el estilo de Elbaz me fascina. Es clásico sin caer en lo rancio, ultrafemenino, con clase, elegante…Sus vestidos de cóctel son simplemente espectaculares y tienen un toque tan Elbaz, una esencia, que los hacen fácilmente reconocibles. Precisamente en alguna ocasión he leído ésto como una pega, como un aspecto negativo. Pero a mí no me lo parece, más bien es un tanto a su favor porque la personalidad es algo que da puntos y no los quita.
Recientemente Lanvin ha lanzado un libro en el que se revelan los entresijos, se repasan los apuntes, las reflexiones, inspiraciones y patrones del diseñador.
En cuanto descubrí esta publicación, decidí que quería incorporarla a mi pequeña e incipiente biblioteca de moda. Me informé y descubrí que se podía adquirir en la misma web de la marca francesa pero al ver su precio…320 €!!! …
Decidí que tenía que pensarlo un poquito más o en su defecto empezar a ahorrar…
Feliz día!!