Desde el pasado viernes contamos en Sevilla con una tienda de la cadena de cosméticos LUSH. La especialidad de esta marca, es que son productos artesanales, naturales, frescos y comprometidos con el medio ambiente.
La tienda, en Sierpes 58, es un espectáculo para casi todos los sentidos: es una explosión de color, huele de maravilla y puedes tocar y retocar los cosméticos. Eso sí, por mucha pinta de comida que tengan los productos no se pueden comer! En la tienda incluso cuentan con una pequeña cocina, estanterías con hielo picado…
Me gusta la filosofía de LUSH y su preocupación por la naturalidad de los cosméticos, olvidando el uso de conservantes, por eso tienen fecha de caducidad (salvo en los líquidos, que por su alto contenido en agua, sí lo requieren). El producto, llega a la tienda con muy poco tiempo de vida, por ejemplo, la mascarilla que me estuvo mostrando Gloria, responsable de comunicación, había sido elaborado sólo dos días antes en Inglaterra.
Además, minimizan todo lo que pueden el impacto medio ambiental tanto en el uso de packaging como el los residuos que pueda causar el cosmético en cuestión. El uso de papel reciclado, la reutilización o la oposición de pruebas en animales…son claros ejemplos de ello. Me gustó especialmente el modo en el que envuelven los lotes para regalo, utilizando pañuelos reciclados creando un pequeño atillo.
En cada cosmético se especifica quien lo hizo, mostrando divertidos avatares del autor en el reverso así como la fecha y su caducidad. Es un proceso de fabricación artesanal, más humano y cercano.
Bolas para baños de espuma, tacos de jabón, perfumes, mascarillas, champús, geles…Todo un universo.
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