La música que se escuchaba en casa sonaba en vinilo y a todo volumen. Los sábados y los domingos mi padre subía su estudio y ponía sus discos para su disfrute, el mío y el de todos los vecinos. Esos sonidos son la banda sonora de mi infancia.
Lo que vives en los primeros años de tu vida te define irremediablemente. Las experiencias, los anhelos, las alegrías o los miedos. Pero también ocurre con los sonidos, los olores e incluso las texturas.
¿ No te parece que los olores de tu infancia eran más intensos que los de ahora? Recuerdo perfectamente la intensidad del olor a mar al llegar a la playa y bajar las ventanillas del coche. Olor que ahora no consigo volver a encontrar.
¿No te ocurre que al pasar la mano por un lugar propio de tu niñez vuelves a tener 5 años o que eres capaz de reproducir cada piedra, escalón y raíz de árbol del camino de tu casa al colegio?
Quizás sea porque los niños son los auténticos maestros de la conciencia plena, del aquí y del ahora y que todos deberíamos intentar vivir y sentir como ellos para disfrutar más de la vida.
Algo parecido me ocurre con la música. Suena alguna canción de las que sonaba entonces y por arte de magia me encuentro en el jardín de casa, jugando con mis primos, mi abuela cocinando y mi madre con alguno de mis hermanos en brazos.
Esas canciones venían del estudio que mi padre tenía en la azotea de la casa con un equipo de música espectacular que se pagó mientras estudiaba dando clases particulares y que mi abuelo remató con una buena ayuda final.
Ese equipo todavía está en casa y todavía suena como lo hacía entonces. Rotundo y envolvente, es lo más parecido a estar en un concierto que puedo imaginar.
Mi amiga Celia siempre contaba que la música de Antonio sonaba incluso en su casa y que más de una vez tuvo que volver después de estar en la puerta plantada un buen rato sin que nadie abriera nuestra casa.
No se escuchaba nada más que esa música para desesperación de mi abuela. Sin embargo, esos sonidos a mí me traen sentimientos de seguridad, protección y amor, a raudales.
En casa sonaba:
» Father and son» de Cat Stevens, «Killing me softly with his song» de Roberta Flack, «American Pie» de Don McLean, » Mrs. Robinson» de Simon & Garfunkel o cualquier tema de los Beatles.
Así sonaba mi casa y así sonó mi infancia…
La última lista de Spotify que hemos publicado.