El armario en septiembre sufre una transformación. En ocasiones no es tanto una necesidad física como mental. Una necesidad de cerrar temporada y abrir otra nueva.
En este artículo vamos a desgranar las claves del armario de este mes y nuestra paulatina transformación a la hora de vestir.
Todavía estamos en periodo de verano y sin embargo nuestros armarios ya han sufrido su particular transformación. En ciudades como la mía, en la que el calor nos acompaña hasta bien entrado octubre, no sería físicamente necesario ese cambio en la manera de vestir. Sin embargo, nuestra mente está centrada en una nueva etapa, en vuelta a obligaciones y rutinas y la ruptura con nuestro armario veraniego se hace más que evidente.
De un lado, nuestro día a día se vuelve más formal, el trabajo y otras obligaciones hacen que los looks relajados queden relegados al fin de semana de manera casi exclusiva.
De otro, aunque el calor pueda continuar, lo cierto es que la primera hora del día y la última son mucho más frescas, con lo que requerimos algunas prendas de abrigo para esas ocasiones.
Los accesorios también cambian, incluso los peinados o el maquillaje.
Septiembre es mes de cambios, no lo podemos negar.
Prendas en un armario en septiembre:
- Pantalones largos, en tejidos fluidos y ligeros, que cubran pero que no resulten calurosos.
- Camisas de manga larga. Aportan formalidad, sin embargo siguen siendo frescas y al ofrecer la opción de remangarlas ayudan a soportar esos grados de más o de menos.
- Vestidos o faldas midi. Quizás las faldas cortas ya te resulten extrañas por el frío, por el bronceado, por informales. Por eso, el largo midi es el gran aliado en esta época del año.
- Punto de algodón. En jerseys de media manga o cardigans.
- Chaquetas de tejidos ligeros que sean fáciles de remangar y no sean especialmente calurosas.
- Kimonos, chalecos y abrigos de primavera, especialmente pensados para el inicio o final del día.
- Gabardina, septiembre es mes de lluvias y conviene tenerla a mano. Eso sí, el día que la usemos el vestuario debe ser algo más fresco porque los días de lluvia suelen son calurosos.
En accesorios en un armario de entretiempo:
- Volvemos al calzado cerrado en clave bailarina, mules, mocasines o deportivas.
- Pañuelos. Suelen ser un aliado cuando refresca y por otro lado, otorgan un toque más arreglado a looks algo más relajados. Si en verano se llevaban en el pelo, ahora es turno del cuello.
- Vuelta a los bolsos de piel. En los últimos meses hemos hacho uso de bolsos de tela o de fibras naturales pero con la llegada del entretiempo, volvemos a los bolsos de piel.
- Joyas más prácticas, con menos volumen, más acordes con el día a día. Y rebajando el estilo étnico tan característico del verano.
Claves en un armario de septiembre:
- Ir entrando en el armario de otoño de manera paulatina. El paso de sandalias a botas de un día para otro es bastante chocante salvo por pura cuestión climatológica.
- Compensar los largos. Si vamos con piernas descubiertas podemos optar por cubrir brazos o viceversa. Igual ocurre con los zapatos, a un look más veraniego zapato cerrado, a uno más otoñal, zapato descubierto.
- Compensación de texturas. Mezclar texturas más fluidas con otras más pesadas o gruesas. Por ejemplo, jersey de punto con falda de gasa, es una mezcla que funciona muy bien y nos ayuda en esta transición.
- Colores y estampados, suavizados respecto a los últimos meses.
Se trata de sacar partido a nuestros armario, la mezcla es la clave y, por supuesto, conocernos y definir nuestro estilo acorde a gustos y estilo de vida.
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