Buenos días!!
Acordamos que sería él, quien se encargaría de preparar el viaje de novios, elegiría el destino y lo organizaría todo. Pero como mente inquieta que soy, no paraba de darle ideas, sugerirle destinos…. En mi cabeza se había colado una imagen y quería pasar en ella mi luna de miel, ésta:
Se lo comenté y no debió de parecerle mala porque estuvo informándose para llegar a una conclusión: » Mal destino para una luna de miel».
La razón más poderosa era la libertad. Tras pasar meses organizando una boda el viaje es el momento perfecto para descansar, desconectar y olvidar horarios, relojes e imposiciones. Y mi viaje a Kenia, era muy bonito pero tenía unas imposiciones horarias muy fuertes.
Así que me presentó un viaje que no puede rechazar:
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La ciudad de los rascacielos y la isla del encanto o lo que es lo mismo Nueva York y Puerto Rico. No hizo falta convencerme, me pareció el destino perfecto, así que la imagen del atardecer keniata fue sustituída de inmediato por el Empire State.
Primero unos días de actividad y turismo, sin ataduras y a nuestro aire y después a disfrutar de la isla tropical.
NY bien merece un post a parte, la temática de este blog, me lo exige.
De Puerto Rico, en cambio os hablaré hoy.
Muy mala suerte, así es como podemos definir nuestro viaje a la Isla, que sufrió un buen temporal, amenazando incluso con tormenta tropical que podía desembocar en…..huracán….horror!! Afortunadamente todo quedó en lluvias y vientos moderados, pero el tiempo era muy inestable y no era recomendable estar de aquí para allá visitando playas salvajes en medio de la nada…. Así que el hotel fue nuestro compañero más fiel durante nuestra estancia en Puerto Rico salvo un día que visitamos San Juan. Eso sí, nos vino estupendo para descasar y reponer las pilas!!
Me gustó mucho la isla (lo que pudimos ver de ella…) llena de vegetación, flores y animales exóticos. Los puertorriqueños, encantadores, personas dulces y serviciales donde las haya. San Juan es una explosión de color.
En lo que a «moda puertorriqueña» se refiere, muy cerca del hotel estaban «Los Outlet», era un centro comercial de marcas a precios irrisorios. Una tarde de lluvia desenfrenada, alquilamos un «Smart» y allí que nos plantamos.
Para mujer no había mucho donde elegir pero en cambio para hombre, era el paraíso de las compras. Mi marido nunca ha sido especialmente comprador y allí se volvió loco. Camisas, pantalones, polos….de marcas como Polo Ralph Laurent, Tommy Hilfiger….que no llegaban a los 20 dórales, es decir, menos de 20 euros….Así que ha llenado su armario para una larga temporada.
Especialmente escandaloso me pareció el caso de GAP, compramos media tienda y pagamos unos 70 dólares…increíble. Tuvimos la suerte de ir en periodo de rebajas así que además de la gran rebaja outlet nos topamos con otra más.
Otra de las compras obligada ante tal situación, fue otra maleta….
Besos!!!