La elegancia y la sobriedad son dos de las principales características de las bailarinas de Ferragamo. La marca que nació como negocio zapatero, no olvida sus orígenes y sigue apostando por este calzado tan suyo y sofisticado que han convertido en todo un clásico de moda.
Dicen que este otoño lo «demure» es tendencia, es decir, lo discreto, lo sobrio, lo correcto…y las bailarinas de Ferragamo siempre lo han sido, lo son y me atrevo a decir, que lo serán. Por eso, resultan todo un clásico equiparable a bolsos, chaquetas o joyas de otras marcas que vienen irremediablemente a tu cabeza cuando escuchas el término: clásico.
Las nuevas propuestas de Ferragamo para esta temporada son minimalistas, refinadas, siempre cómodas y elegantes.
Con puntera afilada o de bailarina, con doble Gancini en el empeine o con la nueva placa vara, en terciopelo o en piel, escotadas o subidas…Las opciones son múltiples pero siempre es un mismo resultado, un calzado exquisito en el que el diseño y la calidad van de la mano.