Seguro que has visto esta película alguna vez en tu vida o, al menos, alguna de sus escenas. Se trata de la última película que rodaron juntos K. Hepburn y S. Tracy, una de las parejas artísticas más conocidas del celuloide. Pero Adivina quién viene esta noche es mucho más que eso.
Adivina quién viene esta noche es una película rodada en 1967 bajo las órdenes de Stanley Kramer como director y guion de William Rose. Sus protagonistas son Katharine Hepburn y Spencer Tracy como el matrimonio Dryton, Katharine Hougton como su hija, Joey, y Sidney Poitier como John Prentice.
La historia se desarrolla a lo largo de un sólo día en el hogar de los Dryton, en la ciudad de San Francisco, una preciosa casa de profesionales acomodados de pensamiento liberal que reciben a su hija después de unos días fuera por motivo de asistencia a una convención.
Entonces comienza la historia. Joey aparece con un hombre con que anuncia que va a casarse en unos días. Si traemos la historia a nuestro tiempo, la conmoción llegaría, en la mayor parte de los casos, por la noticia de una boda con alguien a quien acabas de conocer. Sin embargo, en la película no dan tanta importancia a este hecho como al que el Dr. Prentice sea negro.
Esta película se rueda en plena efervescencia del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos y algo tan habitual como una pareja interracial hoy en día, entonces era algo que suponía un auténtico escándalo social. Incluso un delito en algunos estados como señala el padre del doctor en un momento dado de la película y este asunto es el hilo conductor de toda la historia.
Adivina quien viene esta noche supone un debate y una sacudida a los principios y valores de unos padres que no pueden más que preocuparse con los problemas que tendrán que enfrentar sus hijos y su familia a lo largo de la vida.
Se encuentran ante una hija a la que han educado ante el principio de igualdad de las personas sin importar su color o su origen, dispuesta a casarse con el amor de su vida y ante ello, especialmente el padre, les asaltan los miedos, los prejuicios y las inseguridades de lo que ese matrimonio puede suponer. Ante tal desconcierto, Matt Drayton encarga una rápida investigación sobre su futuro yerno con la que concluye «…ya entiendo por qué habla tan poco sobre sí mismo, nadie le iba a creer.»
El argumento de esta película levantó muchas ampollas en la sociedad estadounidense de los años 60. La Columbia Pictures incluso llegó a cancelarla alegando los serios problemas de salud que tenía su protagonista. Pero el director y K. Hepburn sortearon este obstáculo al avalar con sus honorarios la continuidad del proyecto.
El tema que subyace con esta propuesta de matrimonio era algo muy serio entonces, por lo tanto, decidieron tratarlo desde el punto de vista de una comedia. Porque sí, Adivina quien viene esta noche es una película con la que las risas están aseguradas.
Nos gusta Adivina quién viene esta noche por…
La candidez de Joey quien siguiendo los valores en los que fue educada, no aprecia si quiera las complicaciones que le puede acarrear su matrimonio en la sociedad en la que vive. » Se comporta exactamente como la criamos» sentencia Hepburn.
Porque es un alegato al amor, el amor lo puede todo, el amor es lo que realmente importa.
Porque la pareja formada por K.Hepburn y S. Tracy es sencillamente perfecta. Cada gesto, cada mirada, cada caricia, es como la de un auténtico matrimonio que lleva 25 años juntos. No es que haya química, es realidad. Y realidad que era porque los actores eran pareja aunque no estaban casados.
Por las conversaciones que se generan a lo largo de toda la película.
Por la manera tan visceral en la que la asistenta de la familia «defiende a su niña» ante la llegada de John. No era su intención, era imposible que ella fuera racista, sin embargo, no dejaba de repetir en sus acusaciones que «ese no era sitio para él salvo que fuera un aprovechado».
Siempre lo digo y no me cansaré de repetir que el sonido y las bandas sonoras del cine clásico siempre merecen la pena.
Por el «momento Broadway» que protagoniza un repartidor, maravilloso.
Por la escena del despido de Hilary, ojalá todos tuviésemos esas agallas en la vida.
Por la reacción similar de los padres de él. Ese matrimonio interracial preocupaba a todos salvo a la inocente Joey.
Por el papel secundario del monseñor Ryan.
Adivina quien viene esta noche es una película de conversaciones
Las conversaciones se suceden una detrás de otra en esta película y a cada cuál mejor. Conversaciones a dos, a tres o corales, las menos, pero intercambio de opiniones o impresiones continuos y magistrales.
Especialmente interesante la conversación que mantienen padre e hijo en la que John termina haciendo esta brillante reflexión «… tú te consideras un hombre de color, yo sólo me considero un hombre...» corría el año 1967 entonces.
Y no podemos dejar de mencionar el monólogo final de Spencer Tracy en el que reunidos todos los personajes de la historia repasada todo lo acontecido ese día, todo lo que ha tenido que escuchar, todo lo que le han llamado y lo que han prejuzgado de él. No queda más remedio una vez escuchado, dar la razón a ese padre al que todo se le puso del revés.
Si no la has visto aún, ya estás tardando…