El frío, la lluvia, la nieve, la excesiva vida social de las últimas semanas…Enero es un mes para estar en casa, para disfrutar de tu lugar favorito y de los pequeños grandes placeres que sólo encontramos entre sus cuatro paredes.
Demasiados planes a final de año, demasiado frío, demasiada lluvia…Si estás con esos pensamientos rondando tu cabeza, bienvenida al club de las caseritas empedernidas. He de decir que los años tampoco pasan en balde, no sólo vamos a culpar a agentes externos, ya nos gustaría.
Aún recuerdo cuando mi abuela me recordaba que como en casa no se estaba en ningún sitio. Entonces, pasaba la vida de aquí para allá, lloviera, tronase o hiciera 1 grado. Vivía en un alboroto continuo, siempre con ganas de socializar, necesitaba salir como el respirar. Bendita juventud.
Ahora sin embargo, pocas cosas me apetecen más que leer en el sofá, disfrutar del silencio mientras hago punto, cocino con una tenue luz indirecta o mientras hojeo una revista. Diría que es mi propia hibernación.
Todo ello, mientras espero la llegada de días más largos y finalmente, como colofón, de la primavera.
Hace unos días comentaba con mi amiga Cristina que mi buen humor parece que va agotándose conforme avanza el invierno, como si mis reservas de vitamina d entrasen en déficit y empezara una caída libre hasta que por fin, llegan los días de primavera.
Ese primer día en el que miro el reloj, son las 8 y todavía luce el sol, es de mis momentos favoritos del año.
Entonces Cristina me dijo: Ya se nota, obsérvalo, cada día un poquito más, muy poco, pero se va notando.
Y es verdad, menudo cambio de perspectiva. Este año, en vez de esperar con ansia ese momento tan evidente, me estoy centrando en las sutilezas y a decir verdad, lo estoy disfrutando mucho más, lo estoy saboreando.
Espero que mientras este invierno avanza, tu también vayas disfrutando de los pequeños o grandes placeres de tu día a día, esos que se viven en casa y se disfrutan en la intimidad del hogar.
Sobre la intimidad de los hogares reflexionamos en la sección de cine clásico de este número con la película La Ventana Indiscreta.
Si lo que te apetece es un buen plan fuera de casa, te proponemos una visita al Thyssen-Bornemisza en los últimos días de la Exposición sobre Gabriele Münter o la ampliación de la de Ferragamo si Florencia está en tu radar.
En este número además, os presentamos una nueva firma de moda que también apunta a olvidar prisas y fugacidades para centrarse en prendas que te acompañarán por años.
Y el anticipo primaveral viene de la mano de Rocío Peralta y Esther Amo que con sus lunares y sus flores, nos recuerdan que la primavera está a la vuelta de la esquina.
Además, moda, decoración, cine, belleza…Un número para acompañarte es tu particular hibernación, esperemos que lo disfrutes.
