Traigo a mi marido de cabeza porque siempre estoy maquinando algún cambio en la casa. Cuando termino por un lado, empiezo por otro y así vamos dando vueltas.
Siempre estamos cambiando muebles de sitio, buscándole un hueco a alguna pieza que acabemos de restaurar o pensando en unas nuevas sillas para la cocina (que por cierto, los Reyes han dejado en casa unas que son una preciosidad, ya os la enseñaré)…El caso es la continua (r)evolución.
Por eso, me encanta perderme en webs sobre decoración, siempre encuentras ideas fantásticas, como esta casa tan acogedora que no he querido dejar de enseñaros. En ella, predominan los azules empolvados y los toques rojos. Me encantan las vigas vistas y sus enormes ventanales. Es un espacio lleno de encanto y personalidad a base de chimeneas, paredes empapeladas, alfombras mullidas y un millón de libros…
El lugar ideal para disfrutar de este fin de semana.