El pasado sábado al fin tuvimos un día libre para recorrer la ciudad con tranquilidad. Entre las vacaciones de Navidad, algún pico de trabajo y otros compromisos, llevábamos bastante tiempo sin poder disfrutar la ciudad como nos gusta.
Para la ocasión me calcé mis nuevos zapatos Pitillos. Estos abotinados acharolados me vienen fenomenal en esta etapa de mi embarazo. Combinan a la perfección estilo y comodidad. Es como ir en zapatillas pero con un toque de moda y eso siempre es de agradecer.
Pitillos es una marca española con más de 35 años de historia que tiene como premisa la calidad, la comodidad y el estilo. Están presentes en más de 3.000 puntos de venta y su equipo de diseño está dirigido por Fernando Terroba Iborra que cuenta con dilatada experiencia en marcas de primer nivel como Stuart Weitzman.
Me encanta su color granate, así como el aislamiento que proporcionan su suela y su interior que resulta de lo más gustoso. Sin duda unos zapatos de los que no me estoy separando estos días de frío y actividad como el del pasado sábado.
Empezamos la mañana con un buen desayuno en «Gusto» nos cargamos de energía para el resto de la jornada. Es un lugar que me gusta porque está a mitad de camino entre nuestra casa y el centro, tiene unas fantásticas vistas de la Catedral y a primera hora, cuando todavía no hay mucho trasiego de turistas, es un gustazo disfrutar de la calle Alemanes y del entorno desde sus ventanales.
Después recorrimos algunas tiendas para hacer cosas que teníamos pendientes después de las fiestas. Que si completar una vajilla, buscar algunas cosas para el bebé…Típicos recados que dejas para el fin de semana porque no corren prisa pero que al final siempre terminas posponiendo entre una cosa y otra. Resultó una jornada muy fructífera. Aún así tuvimos tiempo para visitar algunas de mis tiendas favoritas como la zapatería Ziros (Tetuán,7) en las que ya tenía fichado mis nuevos zapatos Pitillos y además, pude ponerme al día de las novedades que nos depara la primavera, ¡cuánto color!
También aproveché para visitar Global, otra parada indiscutible en mi ruta de tiendas sevillanas. Su dueña tiene un gusto exquisito y siempre trae marcas y colecciones realmente especiales. Es un lugar que no se deja llevar por modas pasajeras, sus prendas y accesorios están pensados para que te acompañen durante muchos años y su calidad es fantástica.
A mi hora favorita, cuando todo se tiñe de dorado y hay una calidez que te hace olvidar el temporal que nos acompaña y casi te teletrasportas a la primavera. Nuestro hijo disfrutó mucho viendo pasar los barcos y observando el trasiego de los que allí se congregaban. Resultó un broche redondo para un día en el que fui una auténtica #WalkingGirl.