El cuidado de nuestros pies no es algo que debamos reservar exclusivamente para esta época del año. Sin embargo, es inevitable que ahora sea cuando cobre más importancia porque es cuando más los lucimos.
En algunas ocasiones me habéis preguntado cómo cuido mis pies, productos, constancia…Así que coincidiendo con esta época de «destape» hoy te cuento cómo conseguir una pedicura perfecta en casa.
1. Lo primero que hago cuando me hago la pedicura es retirar el esmalte de las uñas o restos que pudieran quedar. Con mucho cuidado para dejar la uña completamente limpia.
2. Baño de pies en agua caliente. Este paso es esencial para reblandecer la piel y las uñas. Hay sales que hacen este baño más agradable e incluso burbujeante.
3. Cuidado de uñas. Es el momento de cortarlas, en recto para evitar que puedan encarnarse, y luego limarlas. A la hora de limar, debe hacerse en una única dirección así no se resquebrajarán. También hay que limpiar bajo las uñas con un pequeño cepillo y así retirar restos. En ocasiones conviene pulir las uñas aunque yo no suelo hacerlo.
4. Cutículas. Con ellas o bien las cortamos con alicates o las retiramos suavemente con un palito de naranja, en mi caso prefiero retirarlas suavemente. Es importante tenerlas muy bien hidratadas. Para ello utilizo «Oil to go» de Avoplez de OPI, se aplica como un lápiz y deja muy nutrida la piel que rodea las uñas y a éstas también. Pero este paso lo realizaremos luego cuando pasemos a hidratar.
5. Exfoliación. En los pies se acumulan muchísimas células muertas y hay que hacer hincapié en retirarlas para que la zona luzca cuidada y luminosa.
He usado varios exfoliantes a lo largo de los años. Algunos corporales y otros específicos para pies. Pero ahora estoy usando uno de manos que me gusta muchísimo. Es de L´Occitane, de la línea karité. Además de retirar en profundidad, consigue en efecto masajeador muy gustoso y lo mejor es lo hidratada y fina que queda la piel tras su aplicación.
6. Adiós durezas. A las durezas deberíamos dedicarle un ratito después de la ducha siempre porque no hay nada más feo que un pie con durezas.
Piedra pómez, aparatos electrónicos varios…Hay mucha variedad para eliminarlas. En mi caso utilizo un aparatito del que ya os hablaré en otra ocasión de vez en cuando y a diario un instrumento manual que combina dos texturas para eliminar las durezas. Es de Mercadona y es muy efectivo y cómodo de usar.
7. Hidratación. Otro paso fundamental. Me gusta hidratar mis pies después de cada ducha y, siempre, antes de dormir. Parece que no soy capaz de conciliar el sueño si no me he puesto crema. Después de una pedicura me gusta usar una que sea bastante untuosa.
Últimamente pongo la crema de manos de L´Occitane de karité a la que ya sabes que estoy tan enganchada y es que es sensacional!
(no olvides ahora hidratar las cutículas como vimos en el punto 4).
8. Color a las uñas. En invierno menos, pero en verano parece que la pedicura no está terminada sin no le das color a tus uñas. Me gusta aplicar una base que proteja previa al color y después del esmalte unas gotas de secante para no tener que esperar tanto a que seque. Desde hace años he usado el secante de Sephora, ahora tengo uno de Essence que cumple bien su función y resulta mucho más económico.
- La constancia. Después de cada ducha tratar las durezas e hidratar todos los días.
- Realizar una pedicura más profunda cada dos o tres semanas.
- No utilizar aparatos muy agresivos con la piel o que puedan cortar, eso mejor lo dejamos para los profesionales.
- Visitar al podólogo varias veces al año para que luego nosotras sólo tengamos que preocuparnos por manterner.