Este fin de semana lluvioso ha sido una ocasión perfecta para meterse en la cocina y experimentar. Llevaba tiempo con ganas de hacer una versión del pastel de pescado de mi madre y al fin me he puesto con ella. Si en el que siempre hacemos usamos merluza y atún, en el que te muestro hoy utilizamos salmón.
El resultado es una receta rica, sencilla y perfecta para cenas o comidas con amigos, tanto para llevar o como para recibir en casa.
Se limpian bien los lomos de salmón de espinas y piel y se meten al horno unos 10 minutos regados con un poco de aceite de oliva, a unos 250º.
Mientras tenenemos los lomos en el horno, sofreímos la cebolleta que una vez hecha se mezclará con el queso en crema y reservamos.
Ahora hacemos la mezcla de 2 huevos, una yema, una cucharada de mostaza y la sal y lo mezclamos bien.
Con la clara que nos sobra, la montamos y la reservamos para añadirla al final.
Una vez hecho el salmón, lo desmenuzamos y procedemos a mezclarlo con el resto de las mezclas que hemos ido haciendo para añadirle en último lugar la clara montada.
En una rustidera o bien la untamos de mantequilla o harina o bien le ponemos papel de horno. Personalmente prefiero la última opción porque se desmolda de maravilla, nada se queda pegado y corres menos riesgo de romper el pastel.
Y al horno 30 minutos aproximadamente hasta que esté bien doradito. Recuerda poner el horno arriba y abajo e ir jugando con el calor par que quede hecho por todos sitios.
Para acompañarlo hice una salsa a base de cebolleta, mayonesa y huevas de lumpo. Se tritura la cebolleta y se bate con la mayonesa para añadirle al final las huevas.