Ya son siete los meses que tiene mi hijo y sus necesidades van cambiando a pasos agigantados. Cuando empezó a comer con cuchara podía darle sus papillas cogido en mis propios brazos, era más tranquilo y más manejable. Luego necesité algún elemento de apoyo porque se volvió mucho más activo, entonces empecé a usar el carrito. Pero era una lata por espacio (además de mancharlo muchísimo), lo que realmente necesitábamos era una trona.
La elección de la trona es algo que me ha traído de cabeza. Supongo que será algo parecido a lo que ocurre cuando tienes que comprar su carrito. Nosotros no lo experimentamos ya que el carrrito nos lo dio una prima de mi marido, ya no lo necesitaba, estaba en perfectas condiciones y cómo decir que no!
Nos pasarnos por la nueva tienda que han abierto en Sevilla, un espacio que es la fantasía de niños y mayores. Unos muebles perfectos, útiles, evolutivos, originales….Además, allí puedes encontrar accesorios como juegos de sábanas, móviles, vinilos….Todo lo que necesites para crear una habitación infantil única.
Cuando vi la trona en directo irremediablemente nos (me) enamoramos.
Pero no fue sólo un flechazo. Esta trona cumplía todas las premisas que estábamos buscando en la trona de nuestro bebé:
- Seguridad. Buscábamos una trona en la que el bebé estuviera seguro. Es bastante curioso, un ranger, como dice su padre, y necesitábamos una trona en la que estuviéramos seguro que él no iba a caerse. Su sistema de seguridad con tiras y sus bandejas delanteras imposibilitan que el niño salga sin nuestra ayuda y sus patas oblicuas impiden que la trona vuelque.
- Comodidad. Además de para comer, mi idea era (y es) utilizar la trona como asiento para el bebé cuando yo estoy haciendo otras cosas, por ejemplo cocinar. También para integrarlo en la mesa con los adultos y poder disfrutar de las largas sobremesas que tanto nos gustan en la familia. Pero claro, para poder hacer eso, teníamos que encontrar una trona cómoda, con un asiento que se ajustara a su cuerpo y su forma y no una simple tabla. Esta trona es perfecta para él, porque se ajusta muy bien a su cuerpo tanto en asiento como en respaldo, el niño queda perfectamente recogido y muy cómodo.
- Limpieza. Como ocurre con todos los bebés, al comer con cuchara nos ponemos todos de papilla hasta arriba. El babero no nos resulta suficiente…Coge la cuchara con las manos, luego se apoya con ellas para observar algo….qué te voy a contar si tienes un bebé alrededor que ya no sepas! Todo perdido! Así que buscábamos algo que se limpiara rápida y cómodamente. La trona Flexa se limpia de maravilla, basta con pasar una toallita húmeda para que quede perfecta y si la cosa va a mayores, incluso puedes desmontarla y meter el asiento y las bandejas en el lavavajillas.
- Evolución. Al crecer los niños a una velocidad de vértigo es esencial que la trona evolucione con él. Es importante que puedas adaptar el reposapiés a diferentes alturas (7 alturas!), así como las patas y los diferentes tipos de bandejas. Lo que ahora es una trona en unos años será una silla preciosa para su habitación.
- Diseño. El diseño de las tronas Flexa es una preciosidad, diseño escandinavo en toda regla. Líneas depuradas, rectas, mezcla de color blanco con madera de haya maziza…Además de ser mobiliario infantil, es una pieza decorativa. Incluso ha ganado premios al respecto. Me encanta! Incluso hace juego con mis sillas de la cocina 😉
En Sevilla, además de en la propia tienda de Flexa, puedes hacerte con sus muebles en Baobab y Baobab Mairena del Aljarafe. Unas tiendas especialmente pensadas para los más pequeños que me encantan. Nosotros vivimos cerca de una de ellas y no son pocas las veces que en nuestros paseos entramos a ver sus cuentos y sus juguetes educativos. Una selección fantástica!