Sí, al igual que hice el año pasado ha llegado el momento de echar el cierre por vacaciones.
En todos los años que llevo detrás de este blog sólo me tomé vacaciones el verano pasado. Estaba en los primeros meses de embarazo, me dormía por las esquinas y el médico me recomendó que me tomara las vacaciones como lo que eran. Así que decidí «abandonaros» unas semanas y pasar unas vacaciones como las de los años 90 (sin móvil, sin internet, sin mail..) y ¡vaya si descansé!
Este año repito, me sentó tan bien… Reseteé la mente, disfruté de pequeños placeres, de siestas, de paseos, de la familia, de los amigos…Todo al 100%, sin tener ningún pendiente en mi lista de tareas.
Merece la pena el descanso. Así que volveré el 31 de agosto, con las pilas bien cargadas. Presiento será un inicio de curso emocionante. Tengo muchos frentes abiertos, muchas novedades, cambios y retos y necesito coger fuerzas antes de ponerme a ello.