cambian los rostros conocidos en las apariciones programadas, como entregas de
premios o estrenos, en comparación a las apariciones «robadas» en
plena calle. Y es que el trabajo de los profesionales de la belleza y el
maquillaje casi obra milagros.
Una de las técnicas que suelen utilizar es el contouring, una técnica que esculpe el rostro potenciando
las facciones más destacables y disimulando las imperfecciones que todas
querríamos hacer desaparecer. Para ello juegan con las luces y sombras afinando
la nariz, marcando pómulos o alargando el cuello entre otras cosas.
Para llevar a cabo esta técnica suelen utilizar más de tres productos y
aplicadores distintos y resulta una labor compleja y laboriosa. Sin embargo,
desde Maybelline a nosotras nos lo ponen bien fácil. Maybelline ha
lanzado Master Sculpt, una paleta de colores que afina,
esculpe, realza y «diseña» nuestro rostro ideal. Es una paleta todo
en uno que cuenta con unos tonos oscuros, que ayudan a marcar y definir, y unos
tonos claros que se encargan de realzar aportando luz.
¿Cómo se aplica? En tres sencillos pasos sin importar el tipo de rostro que
tengamos.
Primero marcamos sienes, barbilla y la zona de debajo del pómulo. En segundo
lugar, con el tono claro, damos luz en frente, nariz, barbilla y pómulos. Y en
último lugar, con la brocha difuminamos todos los trazos anteriores para
conseguir así un acabado natural.
Luego, dependiendo de nuestras necesidades aplicaremos una técnica u otra.
En mi caso por ejemplo, que tengo la cara redondeada debería marcar la mitad de
mejilla hacia las sienes en modo ascendente y así conseguiré afinar el rostro.