Esos zapatos abotinados con mil y un brillos o glitter brogues son la nueva incorporación a mi zapatero. Si os soy sincera todavía no estoy convencida al 100%. No es que no tenga claro si me gustan o no, me gustan mucho. Lo que ocurre es que no sé si les daré todo el uso que se merecen.
Creo que son unos zapatos que conseguirían dar un diferente a cualquier look de diario. Son unas piezas especiales, que sorprenden, capaces de transformar un look sencillo y clásico como una marinera con vaqueros en algo con más personalidad.
Además me encantan sus tonalidades azuladas y yo que soy incondicional del azul marino, con lo que casa de maravilla con la mitad de mi armario….
En fin, que en ello estoy, meditando esta incorporación que ya tiene un sitio reservado en mi zapatero.