Aunque hoy en día el color de tus uñas es un accesorio más, he pasado todo el verano con las uñas sin pintar.
En el mes de julio me di cuenta que no había pasado ni una sola semana durante todo el año en el que no tuviera mis uñas coloreadas, quitaba un esmalte para poner otro y lo peor, siempre con prisas. El resultado fueron unas uñas amarillentas y, aunque no sé si es ésta la razón, mucho más quebradizas.
Así que decidí dejar respirar mis uñas durante todo el verano. El agua del mar fue mi particular tratamiento para que recuperaran su color habitual y su fortaleza. Y a día de hoy están como siempre deberían haber estado.
Creo que la culpa de ésto la tienen las prisas. Cambiaba un color por otro y no aplicaba una base protectora para proteger la uña del color del esmalte y claro, terminan impregnándose de los tonos que usas.
Así que este otoño, en el que me he propuesto volver al color, tengo tres fases indispensables a la hora de pintar mis uñas:
1. Base protectora
2. Color
3. Cobertura de aceite de secado rápido ( porque siempre vamos con prisas)
He visto consejos sobre los colores de esta nueva temporada y otros cuidados en webs de moda on line, revistas y otros medios especializados y particularmente me quedo con estas tonalidades:
Suelo apostar por tonos oscuros, me gustan los burdeos, rojos oscuros, morados, grises y pienso incorporar también los azules marinos incluso negros. Además, nunca me falta un tono nude, rosa pálido, delicado, que da un efecto de uña sin pintar pero muy arreglada.
¿Cuáles son tus colores para este otoño?
¿Tienes algún truco para tus uñas hiper-esmaltadas?
Feliz domingo…