A día de hoy existen numerosos estudios que avalan los beneficios para la salud que aporta trabajar con nuestras manos. En este artículo desgranamos sus ventajas y te explicamos los por qué.
Cuando somos niños vivimos en el aquí y el ahora de manera constante. Las manos son el principal instrumento de nuestra vida. A través de ellas experimentamos, nos relacionamos, jugamos y nos divertimos.
Pero conforme crecemos las vamos sustituyendo por otros instrumentos y nos olvidamos que son la mejor manera para vivir el momento presente. Ese momento presente que está tan asociado con la paz y la tranquilidad mental.
Vivimos rodeados de estímulos, continuamente abrumados por el entorno. Ello nos provoca vivir en un estado de alerta constante que termina pasando factura de un modo u otro. Por eso, especialistas en salud mental, como la doctora Marian Rojas Estapé, recomiendan realizar tareas que nos recarguen y contrarresten lo estimulados y abrumados que pasamos los días.
Una de las mejores maneras de recargar esa batería mental que se nos va agotando es con la realización de actividades manuales.
Foto de Taylor Heery en Unsplash
Estas actividades manuales pueden ser variadas:
pintar, coser, bordar, la jardinería, hacer collages, modelar arcilla, trabajar la madera, realizar puzzles, tocar un instrumento, talleres florales, lettering…
Piensa en tu infancia, bucea en tus recuerdos y localiza aquella labor con la que podías pasar horas y horas concentrado, presente, absolutamente sumergido en ella. Ahora piensa de qué modo podrías desarrollarlo hoy en día. Ahí lo tienes, ahí puedes encontrar tu recarga de batería mental.
¿Qué beneficios aporta la realización de una afición manual?
Este tipo de actividades favorecen la concentración y son una de las mejores maneras de centrarnos en el momento presente. Son actividades que exigen un buen nivel de concentración y ello, acalla el bombardeo continuo de pensamientos que nos abruman diariamente.
Son actividades que estimulan el cerebro, especialmente el hemisferio derecho. Potencian y protegen la memoria y disminuye el riesgo de deterioro mental.
Son un canalizador de emociones y supone todo un modo de expresión creativo.
Con un desarrollo continuado de actividades manuales, alejas o reduces la ansiedad, el estrés e incluso la depresión.
Te ayudan a desarrollar una destreza e incluso suben la autoestima ya que su realización suponen cierto reto que nos refuerza y recompensa al alcanzarlo.
Este tipo de actividades manuales, desarrolla nuestra paciencia y nuestra constancia, nos acerca a la aceptación y a la asunción de errores.
Foto de Diana Light en Unsplash
Realizar trabajos con las manos supone un estado de atención pleno, en el que nos convertimos en sujetos activos, realizamos una actividad que nos motiva y nos reta, nos ilusiona.
La actividad en cuestión y nosotros, no hay más.
Es entonces cuando aparece el estado de flujo, el flow que acuñó Dr. Mihaly y que, de nuevo, la Dra. Marian Rojas Estapé nos ha acercado a este concepto.
¿Qué es el estado de flujo y por qué es bueno para mí?
Cuando una persona entra en estado de flujo, se halla plenamente concentrado e inmerso en una determinada labor. Esa labor, unifica varios aspectos como son una habilidad intrínseca en nosotros mismos, cierto reto, la ya mencionada atención plena y la ilusión o el gusto que la misma nos produce.
Cuando se entra en estado de flujo, no buscas una meta, estás disfrutando del proceso, no hay pretensiones, no hay amenaza, no hay expectativas…
Tener estados de flujo puede ser la mejor de las terapias. Son un bálsamo para la mente, ya que está muy relacionado con ser feliz.
Marian Rojas Estapé en su libro Recupera tu mente, reconquista tu vida.
Leído todo esto ¿A qué estamos esperando para recuperar o desarrollar una nueva una afición manual ?