Cosas que he aprendido este verano

Ya sabes, aunque todavía disfrutemos de la estación, una vez estrenado septiembre parece que el verano ha terminado. Y cuando algo termina, es bueno echar la vista atrás y hacer un pequeño repaso para aprender, reflexionar o saborear, más si cabe, la situación.

Esta vez, al echar la vista atrás, me he dado cuenta de algunas cosas. Cosas que he aprendido este verano….

1. Que los veranos ya nunca serán como fueron antes.
Serán mejores! No voy de decir que los veranos de niños, los de adolescente, los de primeros años de casados sean peores porque no es verdad. Cada verano tiene su aquel. Pero este verano, nuestro primer verano como familia de tres ha sido especial, muy especial.
Sus primeras veces me llenan de ilusión, de curiosidad, de alegrías y de miedos, también. Está claro que los veranos ya nunca serán como fueron…

2. Que el verano es época de libertad.
Libertad absoluta, libertad relativa, mídela como quieras, pero no la dejes olvidada. Yo no lo he hecho y me he tomado libertades que me han sentado de maravilla. Libertades que me han hecho tomar decisiones, libertades que me han hecho descansar, que me han dado más trabajo o incluso libertades que me han hecho volar..

3.- Que para que un verano sea verano, hay que leer un libro a la sombra de un árbol.
Leer escuchando las chicharras, el silbido del aire entre los pinos, tumbada en la hierba. Es un clásico en mis veranos.

4.- Que la naturaleza me ha concedido un niño pescaíto al que le encanta el agua.
Le fascina la piscina, donde va de mano en mano sin miedo alguno, incluso sumergido. Y le fascina el mar, con ese ir y venir de olas que lo embelesa. Es digno de ver, ni una sola protesta, ni un sólo puchero, lo suyo es el medio acuático.

5.-Que el aquagym con nocturnidad y alevosía es una fantástica opción.
En el sur hemos tenido un verano fuerte, noches y noches por encima de los 25 grados. Así que bañarse a última hora, cuando el niño dormía era un gran placer. La piscina encendida, el cielo estrellado….Y un poquito de ejercicio! Me compré unas pesas acuáticas y busqué una tabla de ejercicios por internet. Una pena que las buenas costumbres se acaben pronto…

6.- Que Cádiz tiene las puestas de sol más bonitas del mundo.
Es una pena que no pudiera pillar ni una sola instrantánea de un aterdecer fuscia y naranja que vivimos a mediados de agosto. Fue preciosa, sobrecogedora….Una de esas ocasiones en las que piensas en lo grande que es la naturaleza.

7.- Que las bicicletas son para el verano y que también pueden tener tres ruedas.

8.-  Que puedes darte el lujo de ser el «monstruo de los helados».
Porque sí, porque para eso es verano y para eso están esos paseos de final de día. Para ir a la heladería y disfrutar del ritual. ¿Cucurucho o tarrina? ¿Chocolate o fresa? ¿Pequeña media o grande?

9.- Que al igual que las bicicletas, las siestas también pueden ser de tres.
Qué siestas más tranquilas! relajadas, entre sábanas frescas y mis dos amores a cada lado. La playa nos dió sueño y bien que lo supimos aprovechar.

En fin, ha sido un verano para enmarcar (los cientos de fotos que me quedo lo confirman). De esos veranos que recordarás toda la vida porque ha sido nuestro primer verano como familia y ha estado cargado de momentos especiales.
Ahora toca concentrarse en septiembre que también nos traerá muy buenos momentos, estoy segura!

Y tú ¿que has aprendido este verano?