No es un secreto para las que me leéis a menudo, soy incondicional de Diane Kruger. Pero cómo serlo…
Uno de sus looks que más me han gustado últimamente ha sido el que protagoniza el post de hoy. Un vestido de corte sencillo, recto de cuello a la caja, manga francesa y a la rodilla. Hasta ahí nada especial, pero la clave, reside en el estampado y en el juego de colores:
Rayas marineras que se transforman en lunaritos y ésto en manchas estilo animal. Para pasar a una espalda lisa en un impactante amarillo.
En fin, lo de esta chica sí que es elegancia…