Hemos estamos metidos de lleno en las semanas de la moda de diferentes ciudades del mundo.
Durante estos días las principales marcas presentan sus colecciones para la próxima temporada y nosotros, que ya sólo pensamos en despedir el invierno, nos topamos de nuevo con propuestas invernales a base de terciopelos o lanas.
Suerte que Jorge Vázquez nos hace soñar con paraísos exóticos en los que la calidez es mucho más que una sensación térmica.
Inspirado en el Marrakech de los años sesenta y en las personalidades que frecuentaban la ciudad, Jorge Vázquez presentó en la pasada Madrid Fashion Week una colección mágica, repleta de color y fantasía. Hiperfemenina, delicada y cuidada al extremo, así es el invierno 23-24 del diseñador.
Al leer las páginas de «Chico Malo» ( Editorial Superflua) que Marie-Dominique Lelièvre dedicada a los tiempos que el diseñador Yves Saint Laurent pasó en Marrakech, mi mente imaginaba un ambiente exótico y atractivo muy similar el que se respiraba en el desfile de Jorge Vázquez.
Tinajas, faroles, alfombras, palmeras y kentias. Color, luz y calidez. Han recreado un espacio perfecto para enmarcar las prendas que crea el diseñador a base de exuberantes tejidos, detalles que enriquecen cada prendas de un modo magistral, combinaciones de estampados y mezclas de materiales que resultan perfectas.
Las noches marroquís que olían a jazmín y dama de noche, y que tanto recordaban a las del Orán natal de Yves Saint Laurent, eran reflejo de la sofisticación y el lujo, así como la decadencia de un tiempo que llegaba a su fin.
Pierre Bergé, Talitta y Paul Getty, junto al mítico y atormentado diseñador, sirven de inspiración para Jorge Vázquez en esta colección cargada de siluetas vintage sencillamente maravillosas.
Colores vibrantes que acompañan a un sobrio y elegante negro, largos que dejan los tobillos femeninos al aire, lazadas al cuello, vivos en piel y una interpretación del esmoquin (nuevo guiño a Yves) nos dan las claves de las propuestas del Jorge Vázquez para el próximo invierno.