Hablamos de Alta Costura con asiduidad y, la mayoría de las veces, sin hacer un uso adecuado del término. El concepto se ha tornado borroso pero no hay que olvidar que la Alta Costura tiene un por qué y un para qué.
¿La definimos?
Para que una firma pase a formar parte de este selecto club que es la Alta Costura, debe cumplir con una serie de requisitos. Estos requisitos marcan la diferencia entre la confección y la costura y es en esta diferencia donde radica su nacimiento.
La Chambre de commerce et d´industrie de París marcó los inicios de la Haute Couture con la mencionada diferenciación y dotando a la costura de los elementos necesarios para hacerla destacar por su artesanía y puesta en valor en materiales y técnicas, así como su exclusividad.
Aunque los orígenes son anteriores, el término se acuñó en 1945, se revisó en 1992 y desde 2017, se enmarca dentro de la Fédération de la Haute Couture et la Moda, como una comisión del Ministerio de Industria francés. En Francia, todos, gobierno incluido, se han dado cuenta de la importancia de preservar los estándares de la moda francesa por lo que supone a nivel cultural y económico.
Requisitos para ser considerado Alta Costura
- Presentar colecciones dos veces al año en París.
- Presentar un mínimo de 35 a 50 salidas en trajes de día y noche para prensa y clientes.
- Poseer un taller en París, donde se debe emplear a al menos 20 artesanos de la costura. Artesanos que trabajarán a tiempo completo.
- A cada prenda debe dedicarse un mínimo de 100 horas en su creación.
- Exclusividad de los tejidos utilizados.
- Crear prendas a medida para clientes privados con al menos 3 pruebas durante su confección a mano con el menor uso posible de maquinaria.
Los miembros de la Alta Costura por el hecho de pertenecer a la misma, reciben diferentes medidas de apoyo por parte de la Federación en ámbitos tan diversos como son el marketing, financiación económica, medidas tecnológicas y culturales.
Estas medidas son la contrapartida por ser los creadores de unos de los mayores espacios de creatividad que se conocen a nivel mundial.
La Alta Costura se transforma en una especie de laboratorio que sienta las bases y se convierte en el motor, primero de marcas de lujo y luego del resto, en lo que a moda y lo que su industria se refiere.
Los clientes que pueden comprar Alta Costura en todo el mundo son ínfimos, lo que hace cuestionar su relevancia. Aún así, las bases que sienta la Alta Costura son inconmensurables tanto a nivel cultural como económico. Todo ello dejando dejando de lado, el que pienso debería ser el mayor de sus valores, la belleza que cada creación nos regala.