Cuando compartes tu vida con alguien, lo mínimo que pides es que te escuche.
Pero cuando eres una parlanchina como yo, que pasa todo el día cotorreando, admites que la otra persona active un filtro, seleccione y se quede con lo importante porque de otro modo sería insoportable, lo entiendo.
Sin embargo, él no deja de sorprenderme…
En uno de esos «monólogos» míos le dije que los mocasiones de Tommy Hilfiger que os enseñé aquí estaban rebajadísimos y que el estilo de las sandalias mezclando un zapato de verano con las características típicas de un mocasín me gustaba muchísimo. Ahí quedó la cosa, pensé que le había entrado por una oreja y directamente había salido por la otra, lo comprendía perfectamente, era de esperar.
Sin embargo ayer sonó el timbre y para mi sorpresa, allí estaban…
Empiezo a pensar que el pobre no selecciona y se entera de todo, voy a tener que dejar de cotorrear tanto…
Feliz día!!