Esta mañana me topé por casualidad con el inicio de «Let´s Make Love» y como no puedo resistirme al cine clásico empecé a verla. Luego me di cuenta que hoy hace 50 años que Marilyn Monroe nos dejó y si todavía no lo era (cosa que no creo) se convirtió un todo un icono difícil de igualar.
No era buena actriz ni buena cantante, dicen que no conseguía recordar los guiones más sencillos, pero tenía ese algo, esa chispa que le hacía brillar.
Los hombres caían rendidos a sus pies y las mujeres emulaban su estilo y soñaban con alcanzar esas medidas que han quedado como el canon de perfección femenina, 90-60-90. Y es que Marilyn era una mujer de curvas, con muchas curvas, que se encargaba de acentuar en todo su vestuario con prominentes escotes y cinturas y caderas muy marcadas.
Y enamoraba a la cámara, no hay ninguna duda…
¿O no?