Hay personas que disfrutan más con una mesa bonita que con lo servido en ellas en sí. Porque montar mesas de otoño es un placer en toda regla y un disfrute para los comensales.
En este artículo montamos nuestra particular mesa de otoño para disfrutar de un almuerzo acogedor y desenfadado en estos días dorados propios de la estación.
Una mesa bien puesta es más que formalidad o protocolo. Es aquella que se convierte en un lugar agradable y especial. Un lugar que invita a pasar tiempo en ella y, por ende, a conversar más y mejor. Por eso, nunca es una pérdida de tiempo dedicar un rato de más a poner la mesa.
Las claves de esta mesa de otoño
Texturas. El mantel de hilo en color crudo con cuadros grandes en color gris oscuro combinado con servilletas vichy y salvamanteles en yute, crea un juego de texturas que es la base de toda la mesa. No hay que limitarse a textiles a juego. Como en vajillas o cristalerías mezclar es un acierto.
Centro. Se ha adornado la mesa con un centro de frutas de temporada, manzanas y chirimoya, a la que acompañan ramas de canela y algo de verde. Bajo para que no reste visibilidad entre los comensales ni espacio para bandejas y servicios.
Piezas especiales. Recupera piezas antiguas o saca del fondo de la vitrina aquella sopera que te te regalaron en tu boda. Usar lo que se tiene y, por supuesto, disfrutar de ello (sin miedos) es una norma inquebrantable para montar una buena mesa.
Colección Negro Vistas de La Cartuja
En esta mesa de otoño hemos contado con la conocida como vajilla negra de La Cartuja. Una maravilla de dibujos clásicos que plasman jardines, campos y edificaciones al detalle. Estas piezas son las que realmente marcan la diferencia.
( Si quieres conocer más sobre La Cartuja te recomendamos este artículo nuestro sobre su historia y proceso de fabricación).
Quizás estés pensando que para qué montar una mesa trabajada precisamente en estos momentos que vivimos. Y la respuesta se esconde en la pregunta. Disfrutemos de nuestras casas, de nosotros mismos y nuestra familia, dediquemos nuestro tiempo a hacernos la vida más agradable. Disfrutemos los pequeños placeres, como organizar una mesa bonita sin ningún motivo especial.
Agradecimiento: La Cartuja.