Siempre me ha entusiasmado la ropa de bebé. Aunque tuviera 15 años ó 20, siempre me fijé en ella porque creo que tiene un poder especial para despertar la ternura en todos nosotros.
Cuando me quedé embarazada este entusiasmo se multiplicó por 100 y desde entonces disfruto descubriendo nuevas marcas repletas de estilo y, a la vez, de dulzura.
Una de esos descubrimientos es Omini. Sus creaciones son sencillamente geniales y con muchísimo gusto porque no siempre hay que llenar a un niño de lazos para que los más pequeños vistan bien. Son diseños frescos y actuales pero con un punto clásico que es el que intento encontrar en la ropita que usa nuestro gorrión.
Además, esta marca me gusta especialmente porque es de mi ciudad, de Sevilla. Y siempre llena de orgullo ver cosas muy bien hechas y trabajadas en tu ciudad.
¡Cómo son esos gorritos tipo gnomo!
Si quieres conocer más de Omini te invito a visitar su web.