Hemos estado pasando unos días sensacionales en Oporto. Tenía muchas ganas de conocer esa ciudad y mi marido me regaló el viaje por mi santo que fue hace pocas semanas. Ha resultado ser un viaje fantástico, una ciudad preciosa y llena de vida. Además, nos ha servido para desconectar y recargar pilas mientras esperamos la llegada de las vacaciones de agosto.
Es una ciudad que recorres bien en dos o tres días. No pierde su sabor portugués, sin embargo tiene un aire cosmopolita muy atractivo. Repleta de casas de colores, sus tradicionales bodegas, preciosas iglesias de azulejos azules…Unos paseos perfectos para disfrutar de la llegada del verano.
Aquí te dejo una selección de mis fotos favoritas mientras recopilo lo que más me ha gustado para contártelo todo.