No voy a contarte las ventajas del verano porque son de sobra conocidas por todos. No voy a hablarte de tiempo libre o de desconexión, ni de la necesidad de hacer cosas diferentes o viajar. Estos aspectos del verano quizás están más relacionados con las vacaciones que con la estación en sí.
Me gustaría destacar aquellos placeres que el verano nos proporciona simplemente por estar en la época del año que estamos. Me refiero a esas cosas de las que todos podemos disfrutar estemos donde estemos, trabajando o no, en la playa o en la ciudad. Esas pequeñas cosas que se convierten en placeres en toda regla.
- Despertarse con el sonido de los pájaros y la ventana de tu habitación abierta. Ese frescor mañanero sabe a gloria.
- La luz… Sea por despertarse de día, por el dorado del atardecer, por la suma de horas… La luz en verano es un regalo y nos ofrece preciosos momentos.
- La sombra. Refugio en las peores horas del día, cómplice en las charlas de sobremesa, creadora de formas inesperadas…
- Las frutas de temporada. El verano tiene las frutas de temporadas más ricas del año, al menos a mi parecer. El melón, la sandía, las picotas…Su dulzor, el modo en el que refrescan, su textura…Las frutas de verano son pura delicia.
- Los paseos al caer la noche con la brisa de la noche refrescando el momento. Y si además hay que sumar una sudadera, aún mejor.
- El agua en sus múltiples versiones: fría cuando tienes sed, en la ducha cuando vuelves a casa, en la piscina con amigos, a solas en el mar observando las olas o en una tormenta de verano. Menudo placer el agua ¿Verdad?
- Los libros. Leo todo el año pero es en verano cuando más disfruto con la lectura. Me gusta leer el despertar en la cama con la casa todavía en silencio, o la siesta bajo la sombra de un olivo, con medio cuerpo dentro de la piscina apoyada en el bordillo, en la playa, antes de dormir con la ventana abierta y la brisa entrando… Verano y libro son palabras que casan a las mil maravillas.
- Los helados. Sí, se pueden comer todo el año pero ese paseo para tomar un helado es diferente en esta época del años. Es como una vuelta a la niñez, un viaje a tiempos exclusivamente felices y despreocupados. Esos paseos a la heladería me traen tan buenos recuerdos y me inspiran tanta ternura que se convierten en un auténtico placer de verano.
- La música canalla del verano. La banda sonora del verano de tu vida: Mucho mejor, La Flaca, Sabor de amor… Verano ¡ Qué bien me suenas!
- Esa sensación contradictoria de estar todo hecho y la vez todo por hacer. El verano es como un tiempo muerto en el que cerramos etapas y abrimos otras y eso es muy emocionante en realidad.
- Los piececillos al aire de los niños. Sobran las palabras.
- Sólo un vestido y unas alpargatas. La informalidad de la vestimenta en esta época del año es otra de las cosas que más me gusta. Todo es más relajado, más sencillo, a penas hay capas, fuera complicaciones…En verano la sencillez es clave y eso es todo un placer.
¿Cuáles son tus placeres de verano favoritos?
¿Qué pequeñas cosas hacen que la vida de veranos sea la vida mejor?