Este post se escribió en 2019, las actuales circunstancias hacen que haya partes del mismo que no resulten aplicables. No obstante, creo que hay contenido que resulta interesante y por ello, he decidido rescatarlo.
Pasado el Primer Domingo de Adviento entramos de lleno en periodo Navideño (o casi). Lo cierto es que nos da la sensación que cada año las estrenamos antes y eso es algo que gusta y horroriza a partes iguales.
En casa estrenamos Navidad en la Inmaculada (8 de diciembre) aunque ya estemos en Adviento. ¿Por qué?
Por un lado porque 25 días de espera con niños tan pequeños que aún no miden bien el tiempo, son muchos días.
Por otro porque con esos casi 10 días de tregua, me da tiempo a preparar bien la Navidad, ya que empezar a prepararla a mitad de noviembre ya es demasiado para mí.
Estoy convencida que una buena planificación es la clave para disfrutar bien de estos días navideños.
Y con esto no me refiero ha seguir un horario con reloj en mano. Me refiero a planificar para poder disfrutar lo que quieras y lo que surja sin agobios ni prisas.
¿Qué aspectos tengo en cuenta para planificar la Navidad?
- Tiempo. Estos días se suceden compromisos varios como cenas con amigos, compañeros de trabajo, personas a las que cuesta más ver durante el resto del año y en esta ocasión se hace «un poder» . A mí, es un tema que me agobia un poco, no lo voy a negar. Tener 3 días seguidos de ausencia en casa con mis hijos «prestados», por no hablar de tres días de atracones y el mal cuerpo que eso supone no me parece el mejor de los planes. Por eso, me gusta marcar las fechas en el calendario y hacer una distribución relativamente equilibrada entre tiempo dedicado a estas comidas, las fechas señaladas y el tiempo que quiero dedicar a actividades con mis hijos, tiempo para mí, alguna escapada o tiempo para dos. La idea es planificar para equilibrar y que las citas navideñas no dejen tu ritmo y lo que realmente te apetece hacer por los suelos.
- Actividades. En esta época del año la oferta de ocio se multiplica y hay conciertos, obras de teatro, ferias, espectáculos varios…Si dejas para el día en cuestión la compra de la entrada, es muy probable que te quedes sin ella. Por eso, creo que es recomendable hacerte con el cartel de oferta cultural o de ocio de tu ciudad en estas fechas y decidir cuáles quieres disfrutar y cuándo.
- Comidas. No en la calle, las comidas de tu casa. En esta época de descontrol me ha solido ocurrir encontrarme la despensa y el frigorífico vacío con más frecuencia de lo que me gusta reconocer. Por eso, desde hace unos años (coincidiendo con mi maternidad) suelo planificar muy bien las comidas que tengo en casa para evitarlo. Hago una buena lista de la compra con alimentos fáciles y rápidos de cocinar por un lado. Por ejemplo, verduras en conservas o congeladas, huevos… Por otro lado, dedico un día a cocinar platos más elavorados y los congelo. Carnes en salsa, guisos, lasaña…Así, con sacar la noche antes, tengo el almuerzo del día siguiente controlado y sin agobios.
- Decoración de la casa. Si eres de las que personas a las que le gusta cambiar e inventar cada año una nueva decoración navideña, seguro que como yo necesitas cierta planificación. Suelo hacer algo distinto cada año. A veces son colores, otras elementos o desde que tengo niños apuesto por manualidades que hacemos en familia. Primero buscar ideas, luego materiales, recoger plantas….Para terminar decorando la casa el día que teníamos fijado, normalmente el 8 de diciembre. Así que si planifico estas acciones todo sale relativamente rodado y me encuentro con más tiempo para disfrutar de la actividad en sí y de estar con mi familia.
- Regalos. Quizás te guste la presión de las compras los últimos días. Te aseguro que no es mi caso. No soporto las tiendas los días previos, llenas de gente, pasando calor con las calefacciones, esperando colas interminables…Por eso, desde el mes de octubre más o menos voy planificando los regalos que tenemos que hacer. Suelo empezar con los niños y luego con los adultos, que tienen más posibilidades de cambio para alargar los plazos de devoluciones. Hago listas, valoro opciones, investigo y listo. Nada me da más tranquilidad que llegar al 22 con la lista de regalos casi terminada.
- Ropa. Entre comidas, cenas y fiestas, la ropa es un tema que también hay que tener relativamente previsto estos días. Para mí me importa menos porque suelo montar looks relativamente rápido, a salvo de tener medias sin carreras ( todo un clásico). Pero para los niños sí me gusta ser previsora. Crecen tan rápido que no es extraño que aquello que pensabas ya no le sirva, zapatos, pantalones, camisas…Así, que unos días antes de Navidad pruebo zapatos, busco calcetines, reviso abrigos…Y así los días señalados no quitamos de imprevistos de última hora.
En fin, muchos preparativos que no buscan más que tener tiempo para disfrutar, para no tener que agobiarse con cosas que no te apetecen hacer, tiempo para hacer lo que apetezca y cumplir las «obligaciones justas». Tiempo de vacaciones en toda regla.
Estos son mis trucos, quizás a ti te guste o no te suponga un estrés lo contrario, de ahí el título de este post «Planifica tu Navidad ( o no)».
Espero que te sirva de ayuda y que me cuentes cómo vives tú los días previos a la llegada de la Navidad.