Parece mentira cómo pasa el tiempo, casi no puedo creer que estemos estrenando julio. Aunque si os soy sincera, mi cuerpo y me mente me piden unas vacaciones a gritos.
Por eso, cuando me topé con estas imágenes no pude evitar pensar en unos días de relax alejados del mundo.
Me encantó esta casa de verano, casi vacía, sencilla, sin estridencias pero con un objetivo claro, desconexión…
A falta de mes de agosto, siempre me quedarán los fines de semana…
Hasta mañana!!