Cuando en septiembre visitamos a mi hermano en Lisboa, nos llevó a conocer la Feira da Ladra.
Es un mercado en el que puedes encontrar prácticamente de todo.
Entre lozas, muebles, lámparas y baratijas varias, también puedes dar con piezas vintage.
Ante uno de los puestos vintage, no pude resistirme a comprar uno de sus bolsos.
Todo aquello que tiene pinta de recién sacado del baúl de la abuela crea una auténtica atracción en mí.
Y este bolso no iba a ser menos….
Es cierto que tiene su asa corta bastante estropeada, que tuve que comprar una nueva cadena para colgar y que necesitaba un buen baño en crema (nivea, la menor para hidratar en profundidad la piel)
pero por el precio que lo conseguimos me traje a casa un auténtico tesoro….Me encanta!!
¿También te resultan irresistibles las piezas recién sacadas de un baúl que llevaba siglos cerrado?
Feliz día!!