DIY: Sesión de fotos Premamá

Cuando mi embarazo fue sumando semanas empecé a barajar la posibilidad de realizar una sesión de fotos premamá para recordar esos meses de un modo más especial. Se lo comenté a mi marido y aceptó porque sabía la ilusión que me hacía.
Sin embargo, el tiempo pasaba. Entre obligaciones, preparativos y visitas al ginecólogo las semanas volaban y no terminábamos de definir cuándo y con quién realizaríamos las fotos.
Así que el 1 de enero (día que siempre reservamos para hacer algo diferente y empezar el año con un buen plan) nos pusimos a ello.  
Cuando colgué la siguiente fotografía en Instagram, me preguntasteis mucho por ella. ¿Quién la había hecho? ¿Dónde?…
Al final terminamos haciendo un DIY en toda regla.
Las fotos de la sesión premamá son obra nuestra. Sólo hace falta un poco de logística y tener las ideas muy claras.
¿Qué necesitas para un DIY de una sesión premamá?
– Cámara de fotos con temporizador.

Como sólo estábamos nosotros, el temporizador era esencial. Disparas y tienes diez segundo para llegar a tu destino…Es fundamental también incluir el modo ráfaga, así hay más posibilidades de conseguir la fotografía que buscas.
– Trípode.
También puedes colocar la cámara sobre algo pero siempre es más sencillo usar trípode así regulas la altura y distancia sin ninguna complicación.
– Buscar la armonía en el entorno, los colores, la vestimenta…
Como en toda fotografía la armonía es muy importante. Como decidimos hacer unas fotos muy desenfadadas, serenas y tranquilas en nuestra habitación, optamos por colores muy claros y nada estridentes para la vestimenta y la ropa de cama.
– Buscar un buen encuadre.
Unas tomas directas, aprovechando la simetría de la cama de matrimonio y un fondo sin mucha historia, algo tan sencillo como una cama sin hacer.
– Ideas claras sobre las fotos que quieres hacer.

Si disparas y simplemente te plantas delante de la cámara corres el riesgo de quedarte sin ideas al tercer disparo. Por eso, es importante tener claro qué fotos quieres hacer, cómo hay que colocarse, posturas…Para eso, nada mejor que un buen paseo por Pinterest y pillar ideas de lo más inspiradoras.

-Dejar lugar a la espontaneidad.
Aunque prepares las fotografías siempre hay que dejar lugar a la espontaneidad. Así será una sesión fresca, natural, sin artificios…Nosotros por ejemplo terminamos a cojinazos y resultó una ráfaga en movimiento muy bonita para nuestro álbum.
-Retoque fotográfico.
El día 1 de enero no fue un día de sol radiante precisamente y si además sumamos que son unas fotos de interior sin iluminación (sólo con la luz de la ventana) no podíamos obviar el retoque fotográfico para adaptar los colores.
Conseguí crear un filtro ligero en tono grisáceo con Photoshop que da ese toque suave y sereno que transmite la sesión.
-Álbum.
Como defensora acérrima que soy de las fotos en papel, no iba a dejar estas fotos en una carpeta en el ordenador. Así que busqué un álbum bonito, de esos con páginas de papel de cebolla y tras imprimir las fotos en diferentes tamaños y formatos las coloqué.
El resultado ha sido un recuerdo precioso tanto por las fotos en sí como por el buen rato que pasamos haciéndolas y posteriormente preparándolas.
Hasta mañana!!