Secret Beauty es el nombre que recibe la colección otoño/invierno 24-25 de la marca italiana Momonì. Una delicada y exquisita propuesta inspirada en la sutileza del haiku, el tradicional poema japonés.
Delicada, exquisita, elegante, sofisticada, femenina y sutil. Son sólo algunos de los adjetivos que pueden describir las creaciones de la firma Momoní para estos meses de otoño/invierno. Pero esta colección es mucho más que adjetivos, resultan pobres para describirla. Esta colección es todo un deleite para todos y cada uno de los sentidos.
Secret Beauty es una propuesta con vocación atemporal en la que los detalles cobran todo la importancia.
Con Secret Beauty la marca se reafirma en su compromiso con las raíces de la artesanía italiana.
Dichas raíces, se entrelazan con la elegancia parisina, muy presente en la historia de sus fundadores ya que residieron durante 30 años en la capital francesa donde pudieron impregnarse de ese halo de sofisticación y clase característico de su moda.
Los dibujos que estampan los tejidos de Secret Beauty llaman poderosamente la atención. Están inspirados en antiguos kimonos lo que convierte sus sedas en auténticos lienzos. Naturaleza en forma de flores o animales, pagodas e incluso atrevidos estampados geométricos para una colección que te atrapa desde que te topas con ella por primera vez.
SOBRE MOMONÌ
La firma nace en 2008 de la mano de una pareja de italianos residentes en París. Encuentra su origen en la lencería, pero no tardó en ampliar referencias trasportando su creatividad refinada, elegante y sofisticada a otro tipo de prendas como vestidos, chaquetas, blusas o accesorios.
La firma creada por Alessandro y Michaela Biasotto está fuertemente unida a la tradición textil itialiana, campo en el que Michaela trabajó durante años en el norte de Italia.
Se trata de una empresa familiar que ya ha incorporado una nueva generación, Gèraldine, quien aporta un encanto cosmopolita y dinámico a la firma.
Innovación y tradición, atemporalidad y moda, son algunas de las contradicciones que funcionan sobradamente en Momoní. Una delicia para los sentidos, ya te lo avisamos.