¿Hay alguien ahí?

Aunque estos últimos meses las palabras se sucedían en mi cabeza creando posts imaginarios con más frecuencia de lo que esperaba cada vez que me topaba con algo interesante, lo cierto es que hoy estoy en blanco.
Me siento perdida ante este editor. Pulso letras, formo palabras, luego frases, lo borro todo y vuelvo a empezar… Está claro que la constancia es una virtud que no debo subestimar.

Me aterra que después de esta ausencia no quede nadie interesado en las historias que he estado contando por aquí los últimos once años. Pero ya estás leyendo este post, así que alguien hay y yo estoy profundamente agradecida por ello.
¿ Qué has estado haciendo estos meses? ¿ Cómo estás? Me da la sensación que hago preguntas a una amiga con la que he compartido años en la facultad y con la que por caprichos de la vida perdí el contacto. Una amiga con la que ahora me encuentro en una esquina cualquiera y no sé de qué hablar.
Pero no, ésto no es una esquina cualquiera y no es que no tenga nada que contar, es que tengo millones de cosas en mi cabeza. Cosas que se agolpan, que se atropellan por saltar al teclado, millones de cosas que contarte. No miento cuando digo que llevo esperando este momento muchos meses.

Estos meses los he dedicado a hacer lo que esperaba. Tomar perspectiva y perder esa «carga» que este espacio ya me estaba suponiendo. Cuando te conté que me despedía por una temporada, escribí sobre evolucionar, pensar, componer, decidir, cambiar….Y es justo lo que he estado haciendo, he pensado mucho, muchísimo, quizás demasiado. Y ya sé perfectamente lo que quiero hacer con este espacio. Hoy no te lo contaré, es demasiado largo. Ya lo irás descubriendo a lo largo de las próximas semanas, los próximos meses…Prefiero ir despacio pero caminando sobre seguro.

Mis días estos últimos meses han sido familiares, tranquilos y relajados, volviendo a lo básico, desprendiéndonos de capas. Hemos viajado, descansado en la playa, leído mucho, cuidado de un huerto, visto las estrellas, me he aficionado a los podcast, he empezado nuevas rutinas de cuidado personal a varios niveles, he cumplido e incumplido propósitos a partes casi iguales…
Y después de todo, estoy preparada para volver a empezar, lo necesito, lo siento y estoy ansiosa por compartirlo contigo.
De nuevo, muchísimas gracias por pasar por aquí, espero que hayas vuelto para quedarte porque muchas novedades nos aguardan a la vuelta de la esquina.

Feliz Septiembre…Arrancamos.