Hace un par de días acabé la serie «This is us» y desde entonces no me la quito de la cabeza. Siento ternura, nostalgia y una especie de vacío semejante al que deja terminar de leer un libro que te ha tocado. Piensas « ¿Y ahora qué? ¿Qué hago yo sin esta historia o estos personajes?» Me pregunto si otra serie conseguirá llegarme tan al corazón como esta.
Hacía bastante tiempo que tenía disponible esta última temporada de «This is us» sin embargo he ido retrasando su momento porque temía la despedida. «Mejor cuando termine esta, voy a ver qué tal esta otra, ahora prefiero una peli»…han sido algunas de las excusas que he ido poniendo para retrasar lo inevitable.
Pero llegó un momento en el que me armé de valor y me puse a ello, tampoco quería conocer de antemano su desenlace a base de imágenes o comentarios en redes sociales. Quería evitarme un desenlace descuartizado por ese mundo digital que consume contenidos de un modo desenfrenado.
Empecé a ver esta serie ante la tremenda insistencia de mi hermano y ante tal expectación, tal decepción. «Pues no veo nada especial, es muy lenta, no pasa nada…» Pero la decepción duró sólo un par de capítulo, no más, porque los Pearson se ganaron mi corazón rápidamente.
¿Cuál es la trama de This is us? La vida, ni más, ni menos. La vida en todas sus versiones: los recuerdos de la infancia, las uniones familiares, el amor, las inseguridades, la superación, el dolor, el arrepentimiento, los nuevos inicios…
Es curioso como en una serie donde no ocurre nada ( permíteme esta licencia) ocurre de todo.
Creo que su increíble éxito ha radicado en que todos nos vemos reflejados en ella de un modo u otro. Todos experimentamos a lo largo de nuestra vida sentimientos o sensaciones que en «This is us» retratan con tal fidelidad e intensidad que no puedes más que ver reflejada tu propia historia en ellos. Vives su sensibilidad del mismo modo que estás viviendo tu vida e inevitablemente aparecen los nudos en el pecho, en el estómago o el corazón.
Imagino que como todo el mundo tengo mi propio listado de series favoritas y ésta ha entrado en el «top 3» poco a poco, temporada tras temporada, capa por capa de cada personaje.
Los personajes, ainsss los personajes… No voy a entrar en una disertación de caracteres o a ensalzar las virtudes o defectos de los mismos pero sí diré que están tan bien construidos, son tan redondos y complejos como podemos serlo cualquiera de nosotros.
En esta serie no se cae en la caricatura como ocurre en otras muchas ( algunas de mis favoritas, por cierto) en las que desde el primer episodio conoces al personaje tan bien que podrías adelantar su siguiente frase sin mucho esfuerzo.
En «This is us» vas descubriendo a los personajes poco a poco, despacio, sin prisa, igual que ocurre en la vida real con las personas y eso es lo que te hace quererlos, o no. A base de sus vivencias, vas desgranando su persona, la llegas a comprender, la llegas incluso a disculpar.
Hasta los personajes secundarios son auténticas «obras de arte» ¿ O no recordamos a Williams?
Otra de las cosas que esta serie nos ha regalado es el mensaje continuo y contundente de vivir el ahora y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, de esos detalles que son los que el día de mañana serán nuestros recuerdos más preciados.
Ayer por ejemplo, estuvieron mis hijos jugando al pilla pilla en el jardín. Yo los miraba como los miro siempre que juegan. Pero ayer, quizás por la «resaca emocional» del final de la serie, los miré de otro modo. En vez de anticiparme a una posible caída o a una de sus múltiples trifulcas, les miré las caras con detenimiento, prestando verdadera atención. Y lo que vi, es algo que no quiero olvidar jamás, esas sonrisas francas, esos ojos intrépidos o desafiantes, sus carcajadas… Una acción cotidiana, un juego de los cientos que ponen en marcha al día…algo tan sencillo y a la vez tan bello.
Pues de esto, está cargado «This is us» hasta las trancas. De «aquí y ahora», de la idea de que estos pequeños detalles del día a día son los que realmente construyen nuestra vida y serán la verdadera base de nuestros recuerdos, de los mejores.
Ahora que ha llegado a su final, voy a verla de nuevo. Estoy convencida que la encontraré todavía más completa, más compleja, todo encajará mejor y seguro que saco nuevas enseñanzas o puestas en valor que pasé por alto.
Está claro que no estoy preparada para despedirme de los Pearson.
