Chanel y sus pamelas pastel

Parece una obviedad destacar Chanel cuando se escribe sobre las Semanas de la Moda. Pero cómo no hacerlo cuando cada look que presentan es una obra de arte en sí mismo, sin perder la esencia de la casa y, a la vez, innovando y convirtiendo cada prenda y accesorio en «objeto de deseo» si me permites esta manida expresión.

La colección para el próximo otoño/invierno de Virgine Viard para Chanel es un homenaje a Deauville, la ciudad costera en la que Gabrielle abrió su primera tienda y forjó las claves de su característico estilo.

La pasarela se convierte en un paseo marítimo por el que desfilan las nuevas propuestas de la casa usando los tonos propios del amanecer de la localidad. Así vemos rosas, púrpuras, lilas, naranjas, azules marino, negros…todo un abanico colores digno de cualquier cuadro impresionista.

Las siluetas largas y lánguidas aportan cierto aire años 20 cuando los cortes de las prendas femeninas empezaron a relajarse para aportar libertad a la mujer, especialmente en entornos como Dauville, lugar de recreo de las clases adineradas francesas.

Sus clásicos tejidos tweed, se mezclan con gasas, tules, denim y sedas. Y se complementan con enormes pamelas en colores pasteles y joyas en número ilimitado. Los pañuelos y las lazadas recogen el pelo y las botas de ante llegan hasta las rodillas para enfrentarse a faldas y bermudas.

Sus clásicos tejidos tweed, se mezclan con gasas, tules, denim y sedas. Y se complementan con enormes pamelas en colores pasteles y joyas en número ilimitado. Los pañuelos y las lazadas recogen el pelo y las botas de ante llegan hasta las rodillas para enfrentarse a faldas y bermudas.

Una colección simplemente sensacional.