Plan con niños: Visitar una exposición

El pasado sábado estrenamos plan en la familia. Nos dispusimos a visitar una exposición por primera vez. Mi marido y yo teníamos muchas ganas de visitar «Sorolla, un jardín para pintar» pero entre una cosa y otra no encontrábamos el momento.

Nuestra idea era ir solos y aprovechar para luego pasar el día en pareja pero al final cambiamos los planes.

Con la exposición a punto de terminar, nos planteamos que sería una buena idea ir con los niños y así empezar con nuestro firme propósito de enseñarles cosas nuevas, abrirles la mente y, quien sabe, despertar su interés por alguna rama de la cultura en concreto.

Sabemos que nuestro hijo todavía es pequeño y que no iba a estar cómodo o motivado en cualquier exposición o museo. Pero Sorolla nos pareció una buena opción. Sus colores, sus motivos, su estilo….Pensamos que podría interesarle y no nos equivocamos del todo.

Los días previos le contamos que el sábado íbamos a hacer un plan especial para así despertar su curiosidad, planeamos un viaje en autobús, invitamos a su tía a acompañarnos y luego y buscamos un sitio para comer y rematar la mañana. Durante varios días le comentamos que esos eran nuestros planes, de modo que él sabía qué íbamos a hacer y conseguimos motivarlo con el mensaje.

Fuimos muy temprano para que la gente no le agobiara y él tampoco molestara en caso de ponerse pesado. Pero no fue el caso, se portó de maravilla y disfrutamos mucho con esa cara de curiosidad tan característica suya. Los colores y las formas lo tenían ensimismado y nuestras explicaciones llamaron su atención.

Está claro que un niño de dos años y medio es muy pequeño para este plan y no puedes estar así mucho tiempo. Su atención se desvía pronto y tienes que tener claro que verás la exposición de manera express.

Tienes que rebajar tus expectativas e incluso planear una segunda vista para adultos más adelante (en este caso no era posible porque finalizaba al día siguiente).Pero mereció muchísimo la pena, fue un plan especial que disfrutamos mucho todos.




Después, acudimos a un taller para niños en el que podían pintar formas, siluetas, usar sus manos y su imaginación. Algo que le encantó, especialmente ver su obra allí colgada.

La exposición se celebró en Caixa Forum, así que aprovechamos para comer en Triana y luego volver dando un paseo a casa. En Triana fuimos a Pura Tasca, un lugar del que nos habían hablado de maravilla y que además está recomendado por la Guía Michelín desde hace años. Está en una zona muy residencial y nos costó un poco dar con él. La comida riquísima y muy agradable. Te lo recomiendo si estás por la zona.

 

Si tienes en mente visitar un museo o exposición con niños o no lo tienes muy claro aún, te dejo estos enlaces que seguro te servirán para entusiasmarte con la idea:

6 Juegos para pasarlo bien con tus hijos en un museo de «Sparks and Roquets«

Trucos para que tus hijos se interesen por los museos y Consejos para visitar un museo según la edad de los niños.