Hay prendas, detalles, complementos o tejidos que encajan entre sí de maravilla. Ya lo hablamos hace unos meses en este post, parece que están hechas la una para la otra…
Me gusta añadir detalles claramente masculinos a mis looks, ya sea mediante un reloj, una camisa de mi marido y un jersey.
Y en medio de estos detalles, lo mejor, es una camisa de cuadros con uno de sus jerseys. Una mezcla perfecta para el fin de semana, para que sirva de contrapunto a una mini de cuero o para subirte a unos salones negros de taconazo.
Es época de punto, grueso, de ochos, abullonado, confortable y algo decadente. Para darle un toque especial y femenino, una lazada de terciopelo para ceñir tu cintura.
Una capa con maxiguantes de piel, 100% femenino y cargado de estilo.
Las blusas semitransparentes en negro son todo un básico en nuestro armario y qué mejor compañero para lucirlas que con un collar dorado, de grandes eslabones que se lleve todo el protagonismo y contrareste la delicadeza de la prenda.
Hace unos años mezclar estampados era impensable, hoy resulta lo más.
Si las mezclas más impactantes no están hechas para ti, siempre queda la mezcla de los dos clásicos, más clásicos: rayas y topos, en negro y en versión mini.
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