La espera ha resultado larga pero, sin duda alguna, ha merecido la pena, al fin estrenaron la serie Cristóbal Balenciaga y es una auténtica delicia para los sentidos.
El mimo, trabajo y dedicación que hay detrás de esta nueva serie de Disney Plus es indiscutible. Protagonizada por Alberto San Juan y capitaneada por Jose Mari Goegana, Jon Garaño, Aitor Arregui y Lourdes Iglesias como guionistas, supone la producción española más ambiciosa hasta la fecha de la plataforma.
Podremos disfrutar de los años parisinos de nuestro diseñador más internacional a lo largo de 6 episodios de 50 minutos con una ambientación exquisita y un trabajo de vestuario a la altura, de la mano de la nominada al oscar Bina Daigeler quien ha realizado réplicas de las creaciones más emblemáticas del diseñador.
Recién llegado a París, no termina de encontrar su lugar hasta que lo consigue y, es más que evidente que lo hace. No tardó en convertirse en toda una revolución en la Alta Costura apoyado indiscutiblemente por sus socios y personas más cercanas.
La serie plasma de manera excepcional el día a día de su taller y el carácter del modisto, al que todos admiran y consideran el grande entre los grandes.
Su obsesión por la perfección en sus creaciones roza el histerismo pero el maestro no es maestro si no aspira a dicha perfección.
Se aprecian en esta serie las dificultades que sufrió la Alta Costura durante la ocupación nazi y el modo, a veces criticado, en el que Balenciaga decidió mantenerse al margen y seguir haciendo su trabajo para mantener abiertas las puertas de su maison.
Su íntima relación con Coco Chanel y Givenchy, a quienes admiraba y respetaba como iguales, queda también plasmada en esta exquisita serie que no deberías dejar de ver si eres amante de la Costura porque, entre otras cosas, desgrana la evolución vertiginosa que vivió este sector durante la segunda mitad del siglo XX.
Comparado hasta la saciedad con Dior, de estilos, clientas y conceptos muy diferentes, incluso esta que suscribe estuvo tentada a realizar un artículo comparando ambas series. Una vez vistas ambas, descarté por completo la idea, nada que ver, nada que comparar entonces.
El extraordinario talento de Cristóbal Balenciaga resulta hoy indiscutible y el enigma que rodea su figura también.
Admito, con cierto rubor, que era una figura bastante desconocida para mí aún siendo una enamorada de la Alta Costura. Cosa a la que desde ya pongo remedio con el amplio catálogo de libros sobre el modisto que tenemos a nuestra disposición.
Respecto a la ambientación, el vestuario, el reparto…Un diez, no hay pero que pueda esgrimirse ante esta maravilla de serie que se mantendrá gravada en nuestras retinas por mucho que pasen los años.
